martes, 5 de octubre de 2010

Lo que en realidad pasó en Ecuador

4 de octubre de 2010

Lo que en realidad pasó en Ecuador

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por Mary Anastasia O'Grady

Mary Anastasia O’Grady es editora de la columna de las Américas del Wall Street Journal.

Aída Zaldumbide se estaba recuperando de una operación del corazón en el hospital de la policía el jueves en Quito cuando llegó el presidente ecuatoriano Rafael Correa pidiendo ver a un médico. Correa había estado en un altercado con algunos miembros de la Policía Nacional en sus cuarteles al otro lado de la calle.

Llegaremos a los detalles de la refriega en un minuto, pero lo que más importa, es lo que sucedió después. Correa dice que, una vez dentro del hospital, la policía lo "secuestró" durante 10 horas, en lo que él define como un intento de golpe de Estado.

Esta versión, sin embargo, es desmentida por Zaldumbide, al menos otro paciente, dos médicos y una enfermera que estaban de guardia en ese momento. Todos ellos manifiestan que Correa mantuvo todos sus privilegios presidenciales y no estuvo en ningún momento sin la protección de su equipo de seguridad.

Agregan que se le ofreció una escolta armada para salir, la que Correa rechazó. El ministro de Seguridad de Ecuador también ha afirmado que el presidente nunca estuvo detenido.

De todos modos, a las 9 de la noche, Correa, quien fue entrevistado telefónicamente por los medios de comunicación estatales durante el tiempo que fue supuestamente "secuestrado", ordenó el envío de 500 soldados del ejército al hospital. Los soldados llegaron con tanques y ametralladoras y abrieron fuego contra la policía. Un feroz tiroteo que duró 40 minutos cobró la vida de dos hombres y aterrorizó al personal del hospital y a los pacientes.

El oficialismo salió rápidamente a defender a Correa. El viernes, el portavoz del Departamento de Estado, P.J. Crowley, pareció vitorear el abrumador uso de la fuerza. El levantamiento de la policía "en cierta medida, representó un reto para el gobierno", dijo, concluyendo que "el gobierno respondió con eficacia". Las versiones de testigos oculares y hechos verificables dicen lo contrario.

El problema comenzó en la mañana del jueves cuando la policía anunció una huelga para protestar contra los recortes en sus remuneraciones. Correa respondió yendo a los cuarteles para enfrentar a la policía. Una vez dentro del edificio se dirigió a una ventana, se rasgó la camisa, y gritó: "Si quieren matar al presidente, mátenlo!"

Si el objetivo era destituir al presidente, la provocación ocasionó el momento propicio para hacerlo. Pero es improbable que la policía tuviera tal cosa en mente.

La razón es que, a pesar de su débil gestión de la economía, la mayoría de las encuestas dan al demagogo populista un índice de aprobación de más del 50%. La historia reciente sugiere que los gobiernos ecuatorianos sólo son derrocados después de que cae su nivel de aprobación. Sin el respaldo popular para destituir a Correa, no se iba a producir un golpe de estado sin líder (todos los indicios apuntan a que no había un líder).

Es cierto que la "gripe azul" y las barricadas policiales en Quito se habían extendido a otras ciudades, y que la policía utilizó gas lacrimógeno y arrojó objetos al presidente cuando se presentó en los cuarteles. Fue entonces cuando caminó por la calle hasta el hospital con su reconocida dignidad machista obviamente herida.

Después de que terminara el tiroteo, Zaldumbide declaró al diario ecuatoriano Expreso: "Es injusto lo que pasó. La prensa aquí está diciendo que él fue secuestrado, pero no fue así. Las fuerzas especiales hicieron un cordón para que pudiera irse, pero él no quería. Le dijimos que se fuera, que estaba poniendo en peligro la vida de todos, pero él no quería". Zaldumbide dijo que Correa respondió que "debo salir con la frente en alto así que esperaré hasta que mi gente de (el movimiento conocido como) Alianza PAIS me rescate".

El doctor Fernando Vargas, quien estaba trabajando en el hospital, publicó un testimonio similar en el sitio de Internet Ecuadorenvivo.com: el señor Correa "no estuvo secuestrado, fue atendido por el personal del hospital", y "el ministro del Interior estaba en contacto permanente con él". La policía le preparó una escolta armada y esperó dos horas para que hiciese uso de ella. En cambio, hubo "un salvaje asalto militar en el hospital", donde había mujeres, niños y ancianos, señaló el médico.

Diego Chimborazo, un policía que estaba en el hospital para una cirugía de rodilla, y otro médico hicieron declaraciones similares a Expreso acerca de la acción militar sin sentido.

Correa no tuvo muchos inconvenientes en el manejo de la historia. Por la mañana puso fin a los informes de la televisión independiente, limitando a los ecuatorianos a su versión de los hechos del día anterior. Curiosamente, cuando llegó a la plaza frente al palacio presidencial–-poco después de abandonar el hospital— para celebrar su triunfo sobre el "golpe de Estado", ya se habían instalado pantallas gigantes de televisión y un sistema de sonido.

Existe alguna evidencia de que los militares, que también sufrirán las medidas de austeridad impuestas por Correa, simpatizaron con la huelga de la policía. Esto puede explicar por qué el ejército no se salió a patrullar las calles cuando estalló el caos, y por qué la fuerza aérea cerró algunos aeropuertos. Sin embargo, durante todo el día la cúpula oficial se mantuvo leal al presidente.

Una cosa es cierta: Correa no va a desaprovechar una crisis. Desde el jueves ha estado difundiendo undir su versión de los acontecimientos, que implica a sus opositores políticos en lo que parece ser cada vez más un golpe de Estado que nunca ocurrió.

Este artículo fue publicado originalmente en The Wall Street Journal (EE.UU.) el 4 de octubre de 2010

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sábado, 3 de julio de 2010

La “secta de los economistas” y la P2

La “secta de los economistas” y la P2

. 3.17.2006


  • La “secta de los economistas” medita en una estancia jesuítica .
  • Los Caballeros del Fuego habitan un predio en San Ignacio de Calamuchita.
  • Entre sus miembros se contaron Celestino Rodrigo y Pedro Pou.
  • Ocupan a gente de la zona para fabricar alfajores y pan dulce.
  • Sus integrantes aseguran que no responden a ningún credo religioso.

La zona conocida como San Ignacio, distante a escasos 7 kilómetros al sur de Santa Rosa de Calamuchita, acredita un encanto natural que ha atravesado siglos de historia. A comienzos del siglo XVI, los Jesuitas edificaron en ese paraje la estancia San Ignacio de los Ejercicios de Calamuchita, un lugar para el retiro espiritual que, además, se convirtió en uno de los centros de explotación agrícola ganadera más importantes de la orden. Desde hace 45 años, el predio donde funcionaba el casco de la estancia pertenece a la CAFH, el grupo esotérico de los Caballeros Americanos del Fuego, que además de utilizar este rincón serrano para la meditación, ha desarrollado allí un emprendimiento industrial dentro del rubro de la panadería. Uno de los integrantes de la orden, que cumple la tarea de mantener el jardín en un estado envidiable, es el encargado de recibir al visitante con la amabilidad de quien no parece tener nada que ocultar. En la página web de CAFH se puede obtener información acerca de su creador, Santiago Bovisio, un inmigrante italiano que llegó a la Argentina en 1926. En 1937, imbuido de ideas esotéricas, fundó en Buenos Aires la Orden de los Caballeros Americanos del Fuego, de la cual se convirtió en su primer Gran Maestre. El periodista Alfredo Siletta afirma que Bovisio tuvo como iniciadores en Italia a Madame Blavatsky y Rudolf Steiner, quienes lo introdujeron en grupos teosóficos y antroposóficos. Ya en la Argentina, reunió elementos de las órdenes de caballería y del esoterismo medieval para constituir CAFH. A su muerte, en 1962, asumió como Gran Maestre Jorge Isaac Waxemberg, quien a comienzos de los años ’70 estableció vínculos con José López Rega, Ministro de Bienestar Social del gobierno peronista y fuertemente vinculado a grupos esotéricos. Siletta asegura que, a instancias de López Rega, Waxemberg llegó a ocupar un cargo en el PAMI. Y en 1975, el Gran Maestre sugirió a López Rega que ubique a otro miembro de CAFH, Celestino Rodrigo, como Ministro de Economía. Rodrigo pasó a la historia por haber instrumentado una brutal devaluación, disparadora de una espiral inflacionaria que arrastró al propio ministro. Antes de su ocaso político, Celestino Rodrigo había publicado “Alborada del Hombre Nuevo”, un libro para consumo interno de la estructura fundada por Bovisio. Unos 20 años después, otro caballero de la orden llegó a ocupar un destacado cargo dentro del gobierno nacional. Pedro Pou, quien se desempeñó como presidente del Banco Central durante una parte de la década menemista, es señalado actualmente como uno de los miembros jerárquicos de CAFH. Por los nombres de Rodrigo y Pou, en algunos artículos periodísticos los Caballeros del Fuego son rebautizados como “la secta de los economistas”. Entre las denuncias acreditadas por disidentes del grupo, se sostiene que la estrategia de CAFH consiste en captar miembros que permitan acrecentar el patrimonio financiero de las fundaciones creadas por Bovisio como sostén de la Orden. Se cita el caso de una empresa de Mar del Plata, en la que se convenció al dueño de que a su muerte la firma pasara a enteramente los Caballeros del Fuego. Pero ninguna de estas turbulencias empaña la paz que se respira al amparo de una arboleda, en el acceso a la estancia de San Ignacio. Construcciones de cierta antigüedad, conviven con edificios de estilo norteamericano, donde residen aquellos que han elegido renunciar a la vida mundana para dedicarse a la meditación. A un costado, la fábrica Ordecom recluta a gente de la zona para producir alfajores. El paisaje en el que los jesuitas realizaron sus ejercicios espirituales, sirve hoy de marco para que los Caballeros Americanos de la Orden del Fuego practiquen sus propios rituales. Mientras tanto, no aparecen oídos atentos que escuchen los reclamos, para que el Camino de las Estancias que tanto interés despierta en el turismo internacional, se disponga a incorporar a San Ignacio.

Fuente: La mañana de Cordoba

La vertiente ocultista del peronismo (III de III). Parte A. Los flecos de la sospecha. Los Caballeros del Fuego

La vertiente ocultista del peronismo (III de III). Parte A. Los flecos de la sospecha. Los Caballeros del Fuego

Es fácil divisar las dos vertientes de estas notas sobre la Logia Anael y el papel de López Rega. Una de ellas afecta al General Juan Domingo Perón, dirigente y fundador del justicialismo argentino y seguramente el político mejor valorado y que despertó más entusiasmos en aquel país durante el siglo XX. La otra tiene que ver con López Rega. Ambas se refieren a su vinculación con el ocultismo. Las preguntas a formular son, pues, dos: ¿hasta qué punto el general Perón, Eva Perón e Isabel Martínez de Perón creían en el espiritismo? Y ¿Cuáles eran las fuentes doctrinales de López Rega?

La primera pregunta es relativamente fácil de responder: Perón y Eva creían en el espiritismo. En los años 40 y 50, el espiritismo estaba sólidamente arraigado en Argentina. En el estadio nacional tenían lugar frecuentes encuentros espiritistas, con médiums locales o figuras de ese ambiente, traídas de Estados Unidos o de Brasil. Hoy sabemos que buena parte de los problemas que tuvo Perón con la jerarquía católica se debían a su excesiva proximidad hacia el movimiento espirita. Por otra parte, Eva Perón, en su libro La razón de mi vida, pero también en otros escritos aludía frecuentemente a la “religión popular” que se oponía a la religión de los obispos que ella identificaba con la oligarquía; existen sospechas fundadas de que, para Eva Perón la “religión popular” era el espiritismo. En lo que se refiere a Isabelita, había nacido en el seno de una familia espiritista, así que no le extrañaba en absoluto las historias que López Rega le podía contar sobre las posibilidades de transferirle el alma de Eva Perón a ella, prolongar la vida a su marido gravemente enfermo desde principios de los años 70 y sobre las vidas y las reencarnaciones pasadas de ambos.

¿Y Perón? Perón, en este terreno, es bastante misterioso. Es difícil saber si “creía” en el espiritismo y mucho menos de saber si esa presunta creencia era sincera, o bien, como todo caudillo populista, necesariamente tenía tendencia a asumir como propias las creencias de la población. Insistimos en recordar que el espiritismo estuvo de moda durante el primer mandato de Perón. Si esto es así, Perón tenía algo de oportunista en el terreno seudo-espiritual. Ya hemos visto que el “doctor Anael” decía que Perón formaba parte de la Logia Anael. Lo secreto, le iba. De hecho había accedido al poder a través de una “logia militar” secreta: el Grupo de Oficiales Unidos. Y también sería injusto recordar a la hora de valorar al personaje que poco antes de su retorno a la República Argentina había viajado a Italia e –incuestionablemente- había ingresado en la Logia Propaganda 2 y se había hecho iniciar en la masonería por Licio Gelli, su Venerable Gran Maestre. ¿Lo hizo por convicción o por puro oportunismo? Tales son las cuestiones esenciales en lo que se refiere a Perón.

Luego está la figura de López Rega. La lectura de sus obras no contribuye a pintarlo con unos rasgos particularmente satánicos, ni siquiera excesivamente fanáticos. Para aquellos que estamos familiarizados con la literatura ocultista del siglo XIX o XX, aún sin compartirla, lo que encontramos en sus obras no es nada nuevo que no existiera antes. Puede parecer excesivo, desmadrado, enrevesada, irracional y sobre todo opaco… pero así es la literatura ocultista. En cuanto al libro de Astrología Esotérica, es simplemente un tratado más sobre este tema que no nos dice gran cosa de nuevo. El intento de sistematizar horas, colores, olores, con lo que conviene realizar en cada momento es una vieja aspiración de la magia que ya estaba presente en el Renacimiento con el redescubrimiento del Corpus Hermeticum y que luego tuvo decenas de versiones que, más o menos, eran refritos del original o intentos personales de sistematización de conocimiento sobre “magia natural”.

Ahora bien, ¿es posible atribuir alguna filiación concreta a López Rega? ¿tuvo algún “maestro espiritual”, esto es, algún “maestro en ocultismo”? Si lo tuvo, no lo dice, ni tampoco nadie, a pesar de la fama que alcanzó el personaje en su momento, ha logrado aportar pruebas de su militancia en algún grupo ocultista concreto. Es probable que durante la mayor parte de su vida fuera un “observador” que participó de las actividades de grupos espiritistas y quizás de algún grupo propiamente ocultista. En concreto, cuando la figura de López Rega empezaba a ser ascendente a principios de los años 70, una fuente habitualmente bien informada en materia de ocultismo, nos comunicó que había pertenecido a la Sociedad de los Caballeros del Fuego. En realidad, no estábamos hablando de López Rega, sino de Nueva Acrópolis que en aquellos momentos acababa de dar el salto a Europa y estaba constituyendo sus primeros grupos en Francia y en España. A la pregunta sobre los contenidos de Nueva Acrópolis se nos respondió con varias consideraciones y con el detalle “negro” de que había compartido inicialmente sede con una organización de la que formaba parte López Rega: los Caballeros del Fuego.

Nueva Acrópolis surgió como una disidencia de la Juventud Teosófica Argentina en 1957… justo en el período de mayor efervescencia ocultista y espiritista en aquel país, un período que corresponde a la madurez de Rega. y poco después de l derrocamiento de Perón por parte de la Revolución Libertadora de Leonardi y Aramburu. Por otra parte, en 1971 existían grupos ocultistas mucho más siniestros a los que se podía atribuir la militancia de “Lopecito”, si de lo que se trataba era de desprestigiarlo. La propia Nueva Acrópolis no renegaba de cierto carácter neofascista, por ejemplo, y los Gnósticos de Samael Aum Weor sostenían tesis absolutamente excéntricas haciendo de América LAtina su teatro preferencial de operaciones. De ahí que siempre hayamos estado tentados de atribuir veracidad a esta relación entre López Rega y los Caballeros del Fuego. Como veremos no hemos sido los únicos en establecer este vínculo. De todas formas, si Perón tenía algo de oportunista en lo político, Rega, indudablemente, lo era en el terreno ocultista. Como en todo estafador había en Rega un doble aspecto: de un lado creía firmemente en el “producto” que vendía (el espiritismo y sus poderes paranormales), pero al mismo tiempo utilizaba esa creencia conscientemente para manipular: había entendido algo que mucho otros entendieron antes que él, que los “poderosos” (y el matrimonio Perón lo era) no son en absoluto racionales en sus creencias, sino frecuentemente supersticiosos y primitivos, y es posible explotar todo esto en beneficio propio. “Lopecito” lo hizo sin duda. Y por eso no tuvo escrúpulos en dejar en la estacada a los miembros de la Logia Anael, en liquidar a algunos de ellos, y en poner en marcha un siniestro aparato de represión desde el Ministerio de Bienestar Social con el que responder a la violencia desencadenada de manera inconsciente, aventurera e irresponsable por la izquierda peronista (montoneros, FAR, FAP) por y la extrema izquierda (ERP).

Si para algo nos ha servido estas páginas, en definitiva, es para advertir hasta qué punto las “altas esferas” tienen creencias excéntricas. De todas las corrientes del ocultismo, el espiritismo es, sin duda, la más primitiva, supersticiosa y atrabiliaria; no es raro, por tanto, que sea también la más extendida. Por tanto no puede extrañarnos excesivamente que en un país y en un momento en el que el espiritismo era una moda, dirigentes políticos lo hubieran asumido como una forma de “aproximarse al pueblo”, pero también de “beneficiarse de la religión popular”.

Vamos a ver la naturaleza de todos estos “flecos”.



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La Orden de los Caballeros del Fuego

Si López Rega no perteneció a la Orden de los Caballeros del Fuego, sí al menos tuvo conocimiento de su existencia a través de algunos estrechos colaboradores suyos en el gobierno de Isabel Martínez de Perón. En efecto, el 2 de junio de 1975 se hizo cargo del ministerio de economía de la República Argentina Celestino Rodrigo. Hasta ese momento, Rodrigo había sustituido a Rega al frente de Bienestar Social. Se conocían desde hacía tiempo y Rega le había puesto al frente de la llamada “Operación Libia” que debía de unir la economía argentina a la de algunos países productores y exportadores de petróleo. La idea no era mala, pero fracaso. Rodrigo y su adjunto Ricardo Zinn, no pertenecían al partido peronista, sino que formaban parte solamente del “grupo de amigos personales” de Rega, amigos personales y de correrías ocultistas.

Dos días después de ser nombrado ministro, Rodrigo tomó medidas económicas que supusieron el primer intento de ajuste neoliberal de la economía con una devaluación el 160% para el cambio comercial y de un 100% para el cambio financiero. La tasa de inflación llegó a tres dígitos y estaba en un 183 a finales de 1975. La inseguridad produjo un desabastecimiento de los mercado. El valor de la electricidad subió entre un 50 y un 75%, la gasolina entre el 172 y el 181% y el precio promedio de los servicios públicos se duplicó. A esta debacle siguió una segunda devaluación del peso y un descenso de reservas internacionales que cayeron un 50% entre diciembre de 1974 y junio de 1975. Ricardo Zinn, banquero y viceministro de economía, acuñó la frase "Achicar el Estado es agrandar la Nación" utilizada luego por los neoliberales de todas las latitudes como leit-motiv. En la historia reciente de Argentina a estas medidas se les conoce con el nombre de “el Rodrigazo” que generó una huelga general de los sindicatos peronistas contra el gobierno peronista y tuvo consecuencias inmediatas: el cese del ministro de Bienestar Social, López Rega y el de su valido en economía, Celestino Rodrigo que apenas estuvo 46 días en el cargo, lo suficiente para que la economía resintiera las consecuencia negativas de ese ajuste durante los siguientes 20 años. La dimisión de Celestino Rodrigo no consiguió evitar que pasara 4 años en prisión por irregularidades en su gestión. Zinn pasó al gobierno de Menem años después.

Celestino Rodrigo era uno de los miembros de la Orden de los Caballeros del Fuego y ostentaba el cargo de Maestre. De otros responsables recientes de la economía argentina se ha dicho lo mismo. El doctor Pedro Pou, por ejemplo, durante un tiempo presidente del Banco Central de la República Argentina, sería igualmente miembro de los Caballeros del Fuego. La presencia de Rodrigo y de Pou al frente de parcelas importantes de la economía argentina hizo que algún periodista avisado llamara a la Orden, la “secta de los economistas”… La orden había sido constituida por un ocultista italiano afincado en Argentina y fallecido en accidente de tráfico en 1962, Santiago Bovisio. Al morir le sustituyó Jorge Isaac Waxemberg que completó la configuración del grupo como “orden ocultista”. Se ha dicho que en 1970 Waxemberg tomó contacto con López Rega y que el nombramiento de Rodrigo sería un tributo a esa relación. La nieta de Rodrigo ha negado que su abuelo hubiera compartido militancia en un grupo ocultista, pero no ha negado su pertenencia a los Caballeros del Fuego. De hecho, esta militancia se reconoce en obras muy serias sobre aquellos momentos y el propio Rodrigo aporta alguna prueba decisiva para confirmarla.

En efecto, a principios de los años 60, Celestino Rodrigo había escrito una pequeña obra de apenas 60 páginas titulada Espíritu y revolución interior en la actual sociedad de masas, publicada por la Asociación de Cultura Espiritual Argentina. Se trataba de una asociación pública vinculada a los Caballeros del Fuego fundada por el propio Bovisio, así pues no hay ninguna duda sobre la militancia ocultista del fugaz ministro. La obra, en sí misma, es apenas intrascendente, una mera crítica a la sociedad del consumo en la cual “el hombre pierde su identidad”. Es así como “el hombre esclavizado, que pierde su destino como ser consciente e individual, alienado por el ruido, privado de paisaje y de intimidad, ignora el sentido de la vida. Se deshumaniza por la constante entrega de sus valores a las artificiales exigencias externas. Se comporta como un ente de consumo voraz, que satisface a esa cohorte de fieles y devotos promotores del lucro”. ¿Cómo salir de estas dinámica? Rodrigo responde que “oponiéndose al crecimiento acelerado del consumo per cápita” y “utilizando de manera inteligente los bienes que requiere el desarrollo de su conciencia individual de ser”. Todos estos razonamientos parecen algo extraños en un economista y mucho más cuando evidencia cierta nostalgia del pasado: “En el pasado, el hombre se sentía más seguro y ‘completo’, porque era, de algún modo, el creador y dueño de sus conocimientos. Hoy, el artesano es reemplazado por la cinta de montajes, el erudito por la computadora, y el maestro transmisor de una enseñanza viva, por la instrucción programada”. La idea de Rodrigo es que el ser humano es víctima de un “vaciamiento espiritual", provocado tanto por la presión económica y el desarrollo científico-técnico, a los que la religión –esto es, el catolicismo- no ha estado en condiciones de articular una respuesta. Hasta aquí el análisis es bastante rutinario y era muy habitual en los años 60, cuando Rodrigo escribió el opúsculo, pero cuando se pregunta “¿Qué hacer?”, entonces aflora la veta ocultista: recomienda enderezar la “vida interior”, “armonizando los valores humanos” con los “divinos” que “revelan la dimensión trascendente del ser humano”. Eso en la dimensión individual; en la colectiva recomienda la reunión de almas “a través de las aspiraciones trascendentes”), la ofrenda de los valores personales, la “desenergetización del pasado” (o acto de desprenderse de la carga emocional del pasado) y, la “capacidad de renunciar”. Todo esto facilitará “la transformación del hombre” y la irrupción de un nuevo período en la historia. A pesar de esta crítica al sistema de producción y consumo, los 46 días de estancia de Rodrigo en el ministerio tuvieron otra orientación completamente diferente. A decir verdad, las enseñanzas de Bovisio, el fundador de los Caballeros del Fuego, iban por otros derroteros.

Ocultista de origen italiano, educado en el catolicismo, Santiago Bovisio afirmó haberse afiliado muy joven a la Orden de los Caballeros del Fuego, de la que dijo que había sido fundada por Giovanni Veniviene, del que las fuentes de la orden asegura que se trató del mejor herborista de Europa. Se ignora todo sobre la existencia de este grupo y sobre su presunto fundador. Es fácil deducir que, de existir, esta orden debió ser uno de los innumerables grupos que se reclamaban de una herencia neo-rosacruciana, de ahí el énfasis en la “mecidina natural” y el herborismo propio de esta corriente. En aquel tiempo, otras muchas órdenes neo-rosacrucianas inevitablemente tenían como “gran maestre” a alguien interesado por las terapias naturales (recordamos por ejemplo el ejemplo de Arnoldo Krum Heller (a) “Maestro Huiracocha”, fundador de la Fraternidad Rosacruz Antigua e iniciado en el Rito de Menphis-Misraïm en el que alcanzó el grado máximo, también él era médico homeópata y herborista). Sea como fuere, la Orden en la que Bovisio dice haber ingresado e investigo caballero el 10 de enero de 1926 en Italia, desapareció sin dejar rastros y no hemos encontrado absolutamente ninguna referencia ni a ella ni a su fundador Veniviene, ni en textos sobre órdenes ocultistas de principios del siglo XIX, ni en libros especializados en herborismo de esa misma época. Ya en Argentina, Bovisio contó que la Orden era extremadamente restringida y que a ella solamente accedían miembros de la “nobleza europea”, o bien –él no lo era- quienes poseían "poderes parapsicológicos muy desarrollados".

En algunos de sus libros alude que en este período posterior a la I Guerra Mundial mantuvo contactos con seguidores de la Blavatsky y de Rudolf Steiner, sin haber ingresado ni en la Sociedad Teosófica ni en la Antroposófica. Cuando llega a la Argentina con apenas 22 años, empieza a tener cierta formación en materia ocultista, pero su espíritu está turbado por visiones apocalípticas que le llevan a interesarse por la figura de Girolamo Savonarola, el dominico italiano que predicó apasionadamente el fin de los tiempos y al que Bovisio consideraba su “guía astral” y al que aureolaba con el título de “el celador”. Bovisio funda la Unión Savonaroliana en Buenos Aires y poco después, la Universidad Espiritualista Argentina cuando se ha establecido en Rosario, una de las muchas asociaciones que intentaban aprovechar la moda del espiritismo.

Sus partidarios explican que desde muy pequeño manifestó “extraordinarias facultades de clarividencia y profecía, que con el tiempo, la disciplina y el consejo de instructores físicos y astrales alcanzó niveles excepcionales” y que “tenía acceso voluntario a todas las dimensiones suprafísicas, poderes que sólo un puñado de hombres vivientes poseían”, lo que confirma las influencias teosofistas sobre Bovisio. Pero sería el 3 de marzo de 1937 cuando “junto con otros tres compañeros”, funda la Sagrada Orden de los Caballeros Americanos del Fuego (siglada en latín IHES) de la que siempre se dice que es “independiente” de la orden homóloga europea. Bovisio dota a esta nueva organización de un “reglamento único e inmodificable”, y se erige como Caballero Gran Maestre de IHES.

La orden tuvo en los años siguientes una moderada expansión que la infatigable actividad de Bovisio consiguió implantar en casi todas las provincias argentinas e incluso en Chile y Uruguay. Consideraba que Iberoamérica debería de jugar un papel fundamental en “la Nueva Era de Acuario”, a la que llama “Hidrochosa” en varios de sus textos. Por una extraña coincidencia con las teorías del “Doctor Anael”, Bovisio opinaba que la parte peruana de la cordillera de los Andes estaba llamado a jugar un papel central en la “nueva era”. Cuando se preparaba para desplazarse a la zona, sufrió un accidente cuando su vehículo resbaló sobre la nieve. Murió a los 57 años, el 3 de julio de 1962. Jorge Waxemberg le sucedió hasta 2005 y actualmente la Orden tiene como Gran Maestre a José Luis Kutscherauer. La Orden, por expreso deseo de Bivisio, pone particular énfasis en la protección de la infancia y en la creación de aldeas infantiles. Sin embargo, algunos discípulos directos de Bovisio sostienen que tras su muerte, la Orden se desvirtuó y sus sucesores aprovecharon para “acumular riquezas” y distanciarse de la vía del ascetismo y de la renuncia proclamada por el italiano. Nada que no haya estado presente en cualquier otra secta similar.

Es curioso constatar que Bovisio afirmaba recordar sus vidas pasadas. Tampoco es nada excepcional entre los ocultistas, sin embargo, es más interesante recordar que sus recuerdos se remontaban al antiguo egipcio, llegando incluso a describir detalles de la vida del Faraón Iknaton, la corte y los nombres de sus hijas o incluso aspecto de las liturgias egipcias de los que sus partidarios afirman que solamente “puede relatar sólo quien lo ha visto”. Uno de los títulos con los que aureolaba era el de “Sumo Sacerdote del Templo de Amón”. La “obsesión egipcia” no es rara en medios ocultistas, pero sí es cierto que también en este terreno existe un nexo de unión con los planteamientos de López Rega y de la Logia Anael.

La totalidad de las obras de Bovisio puede ser consultada en Internet, en la Biblioteca Upasika (nombre iniciático de la Blavatksy). Los 45 títulos evidencian los lugares comunes de su teoría con las de cualquier otra rama derivada del teosofismo. Sin embargo, la “obsesión egipcia” está presente en un número excepcionalmente alto de textos de Bovisio y sus consideraciones contradicen frontalmente a la egiptología convencional. Es indudable que algunas de estas obras fueron escritas mediante “escritura automática” y en estado de trance. En algunos casos sigue al pie de la letra las enseñanzas teosofistas (como por ejemplo sobre las “razas matrices” que deberían sustituirse en las distintas “rondas cósmicas”) limitándose a ampliar las fantasías de la Blavatsky con otras no menos fantasiosas sugestiones sobre la “raza aria”. Las similitudes son tales que parece que Bovisio se ha limitado simplemente a retomar la obra de la Blavatsky e intentar lo imposible: hacerla más comprensible parcelándola en temas y ordenándola en la medida de lo posible.

La falta de datos sobre la “rama originaria” de la Orden, en la que Bovisio afirma haber ingresado durante su juventud en su Italia natal, confirma casi inequívocamente que se trata de una invención a efectos “educativos”, o bien, simplemente, para atribuir alguna legitimidad iniciática a la Orden fundada por él en Bueno Aires. Los poderes paranormales de Bovisio parecen también problemáticos: son reconocidos solamente por sus discípulos más abnegados entre los que abundan fenómenos de credulidad y la confusión entre los “pensamientos” aparecidos expontáneamente en la mente con “realidades objetivas” de vidas pasadas o influencias paranormales. No es algo que no hayamos visto antes en los medios ocultistas.

Sin embargo, la presencia de destacados economistas y el que compartieran ideas simples que nada tenían de originales, la hace radicalmente diferente a otras decenas de grupos similares. Así mismo, la “obsesión egipcia” enlaza directamente con López Rega quien había conseguido imbuir en Perón la idea de que era la reencarnación de un faraón egipcio y del pasado egipcio de “Isabelita”. Y enlaza también con la Logia Anael cuyo símbolo era una pirámide.

¿Perteneció Rega a la Orden de los Caballeros del Fuego? No parece probable a despecho de las confidencias que un experto en sectas nos realizó en 1972. Si en aquellos años, el nombre de Rega podía inspirar algún temor, actualmente ya está fallecido y pasó sus últimos años en prisión a la espera de juicio desprovisto de todo su poder político, económico y cohercitivo. El fiscal que lo interrogó declara que vio en él a un hombre apagado, vencido, derrotado. En una situación así, sería normal que alguno de los que habían compartido militancia con Rega en la Orden de los Caballeros del Fuego, hubiera hablado y aportado detalles significativos. No ocurrió nada parecido. Sin embargo, Rega debió conocer a miembros de la Orden, es probable que asistiera a algunas de los cientos de conferencias dadas por Bovisio cuando él, Rega, era sargento de la policía o simplemente astrólogo. Eso debió allanar el camino para que él y Waxemberg se conocieran luego y para que éste pudiera recomendar a un no peronista, pero sí “iniciado”, como Celestino Rodrigo… cuyo “rodrigazo” a la postre debería estar en el origen de su declive (mucho más que la tragedia de Ezeiza en la que él y sus hombres de confianza fueron los grandes responsables).

En la Orden de los Caballeros del Fuego encontramos un amasijo de buenas intenciones (“servir a la humanidad”), unos cuantos consejos para el comportamiento personal (“austeridad y repliegue sobre uno mismo”), visiones delirantes (sobre la evolución y el destino del Cosmos, sobre la historia de las “razas matrices”) y, finalmente, supersticiones y superchería (como la improbable existencia de la “rama europea y aristocrática” de la orden). El resultado no puede sorprender, ni llamaría particularmente la atención de no ser por porque el nombre de la Orden se ha entrecruzado en demasiadas ocasiones con la de López Rega.

Algunos discípulos de René Guénon no han comentado los aspectos “contrainiciáticos” y “anti-tradicionales” presentes en la obra de Bovisio. Esto, unido al nefasto papel jugado en la historia reciente argentina por algunos miembros de la Orden de los Caballeros del Fuego, bastarían por sí mismos para considerar a esta organización y a su fundador como partícipes de lo que Guénon llama “contrainiciación”. No estamos de acuerdo con esta apreciación. La Orden de los Caballeros del Fuego es una sigla más en un magma de cientos de grupos ocultistas y espiritistas que, más que contra-iniciáticos son un reflejo de un tiempo en el que las religión tradicional ha caído y nada es capaz de reemplazarla. Ni siquiera, como algunos esperaban, a la hegemonía de la religión tradicional ha seguido la de un período racionalista. Ha ocurrido todo lo contrario, como ya expusiera Oswald Spengler hace más de 80 años : el espacio dejado por el repliegue de la religión tradicional ha sido ocupado por las sectas, el ocultismo, el espiritismo y las supersticiones puras y simples. El ocultismo es una parte de este fenómeno: la emergencia de lo irracional. No puede extrañar, por tanto, que si el ocultismo está presente en la sociedad, de tanto en tanto, aparezcan en lugares de responsabilidad individuos vinculados a esas corrientes. No es contra-iniciático, es simplemente, calculo estadístico. La “religión popular” de la que hablaba Evita Perón, al margen de si es el espiritismo o las creencias de base cristianas, es el clímax de lo irracional. La presencia de “Lopecito” e incluso de la propia “Isabelita” y, hasta cierto punto, del mismo Perón, al frente de la Nación Argentina, tenía algo de “victoria de lo irracional”…

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miércoles, 30 de junio de 2010

Cosmismo bolchevique y cosmismo de Occidente (VII de VII). Max Théon y

Cosmismo bolchevique y cosmismo de Occidente (VII de VII). Max Théon y







Ideas análogas a las de Fedorov fueron formuladas en Occidente por individualidades procedentes de distintos sectores (ocultismo, filosofía, ciencia, teología, política) y, más o menos, en los mismos años. Salvo en el caso de Teilhard de Chardin que reconoció cierta deuda con el cosmista ruso Vernadsky en relación a la utilización del término “noosfera” ideado por este último y utilizado por aquel, no existen pruebas de que se produjeran contactos e intercambios de ideas entre cosmistas rusos y sus homólogos occidentales. ¿A qué puede deberse las innegables similitudes en sus respectivos pensamientos? ¿a la casualidad? ¿a una respuesta homogénea frente a determinados estímulos de una época? ¿a a moda? ¿a la existencia de un centro oculto que difundía sugestiones que luego cristalizaban en formas similares de pensamiento, tal como sostiene Guénon? ¿A todo ello a la vez o variso de estos factores actuando en sinergia? Es posible y no vamos a ser nosotros quienes nos pronunciemos.

En los mismos años en los que Fedorov, los “constructores de dios”, Lunacharsky, Platonov, Bogdanov y demás, exponían sus ideas en la Santa Rusia, en Occidente se vivía la segunda oleada del ocultismo contemporáneo, en parte provocada por las primeras crisis de la Sociedad Teosófica y por la llegada de otros grupos con las mismas ambiciones de situar en el “supermercado espiritual” su aportación. Esta segunda oleada llevó a Papus y al Maestro Philipe de Lyon a la antecámara del zar, les permitió exportar el martinismo antes de que Rasputín llegara con ideas que había asumido de sus contactos con los klystis (otra “corriente” ocultista y mágica surgida de la Rusia profunda, especialmente en materia de magia sexual).

Sin embargo, resultaría difícil encajar a Papus y al Maestro Philipe en el esquema guenoniano de la contra-iniciación, pero mucho más fácil resulta hacerlo con otras corrientes que florecieron en aquellos mismos años de la mano de algunos personajes que gozaron de una extraordinaria reputación en los medios ocultistas occidentales. Además, para colmo, esta corriente ostentaba el mismo nombre que la rusa: “Movimiento Cósmico”…

Vale la pena siquiera realizar una aproximación a estos grupos para entender que los movimientos ocultistas de Occidente y de Rusia, seguían vías paralelas aun cuando sus estructuras fueran completamente diferentes. En el punto de arranque de todo este entramado de organizaciones iniciáticas y seudo-iniciáticas se encuentra un extraño grupo norteamericano que ha sido valorado de manera muy diferentes, la Hermandad Hermética de Luxor.

¿Pero cuál es el origen de la Hermandad Hermética de Luxor? Giuseppe Bálsamo Alexandro, llamado “conde de Cagliostro” (1743-1795), en 1784 crea la Logia Madre del Rito Egipcio, adoptando el título de Gran Copto, y redactando el Ritual de Masonería Egipcia. Perseguido por la Inquisición, terminó sus días encarcelado en Roma. Durante la primera mitad del siglo XIX logró transmitir a la masonería su gusto por lo egipcio que, hacia mediados de siglo ya se había convertido en omnipresene en medios masónicos y ocultistas. No es raro, pues, que un grupo de ocultistas norteamericanos y escoceses creara la Hermandad Hermética de Luxor. La organización salió a la superficie en 1884 si bien parece que se había constituido oficialmente en 1870. Peter Davidson, su impulsor, se consideraba así mismo y gustaba que lo consideraran como “alto iniciado escocés y mago druida, último eslabón de la tradición Celta Legítima”. La Blavatsky, en sus obras alude a cierta “Fraternidad de Luxor” que frecuentemente se ha querido emparentar con la HHL, pero no está claro que se trate de la misma organización.

Pronto, en torno a la HHL se juntaron algunos nombres que luego serían importantes en la historia del ocultismo occidental: Max Théon, que asumió la dirección del Círculo Exterior de la Orden, mientras que Peter Davidson la dirigía en América y Escocia, incorporándose también Paschal Beverly Randolph que ya en la época aportaba sus conocimientos sobre “magia sexual”. Hasta 1888, la HHL fue la única organización que difundió doctrinas ocultistas e iniciáticas. Se suele aceptar que su nivel de conocimientos era bueno y, en cualquier caso, superior a las organizaciones que aparecieron posteriormente: la Orden de la Aurora Dorada (la Golden Dawn) y, sin duda, la Sociedad Teosófica, con la que menudearon conflictos y polémicas encendidas y violentas.

Théon identificaba en la tradición védica el origen de su sistema. Era capaz de comunicarse en sáncrito y había estudiado los vedas en lengua original. En su sistema hay un intento de armonizar distintas tradiciones, especialmente la cabalista y la védica. Estaba interesado en adquirir conocimientos en distintos campos (ciencia, arte y sociología, especialmente). Refinado y de porte aristocrático su presencia era codiciada en las reuniones de la alta sociedad londinense. Su rechazo a dar informaciones sobre sí mismo, condujo a que circularan en la capital británica rumores sobre su origen y edad. Se dijo que era “inmortal” y algunos quisieron ver en él a una especie de Conde de Saint Germain redivivo. Sin embargo, es rigurosamente cierto, que apenas dio datos sobre su vida, ni siquiera a sus discípulos más próximos. Según Mirra Alfassa, Théon enseñó Kabalah a Helena Petrovna Blavatsky, algo que los teósofos siempre negaron, acusándole de las peores infamias. Parece poco probable que Théon y la Blavatsky se conocieran en Egipto. Si se produjo el contacto debió ser en Londres entre 1873 y 1878. Es el período en el que algunos historiadores han establecido que la Blavatsky y su adjunto, el “coronel” Olcott, pertenecieron al Círculo Exterior de la HHL, separándose en 1878 y rompiendo las hostilidades poco después. En general, la impresión que da la lectura de los escritos de Théon y de a Blavatsky es que la superioridad del primero estriba en haber tenido acceso a las fuentes directas de la tradición védica (por sus estudios) y de la tradición judía (por su origen), mientras que la Blavatsky introduce constantemente elementos “imaginativos” procedentes de fuentes poco sólidas y, en ningún caso, de “primera mano”. Théon hace otro tanto, pero atenuados por conceptos y referencias védicas y kabakísticas.

En los pocos escritos que se encuentran sobre la HHL, se señala que esta Orden tuvo una influencia considerable en todo el entorno del ocultismo Occidental. La Orden fue precursora en la técnica de instruir a sus afiliados por correspondencia que luego, otros grupos ocultistas (AMORC, especialmente) utilizarían hasta la saciedad. Los textos estaban redactados por Hargrave Jennings y Pascal Beverly Randolph, el primero, había tenido contactos con grupos neo-rosacrucianos europeos y había fundado un sistema en el que la sexualidad (lo que llamaba “falismo”) tenía un papel central, mientras que el segundo, en la misma órbita, tras participar en la causa Abolicionista de EE.UU, siendo amigo de Abraham Lincoln, fue espiritista y viajero. Randolph también llegó a absorber conceptos neo-rosacrucianos que mezcló con enseñanza mágicas y con doctrinas tántricas hindúes. Formó su propia organización iniciática, la Fraternidad de Eulis (1860) y se convirtió en uno de los teóricos de la “magia sexual” (el libro que se le atribuye “Magia Sexual”, llegó a Occidente gracias a una ocultista rusa, María de Naglowska, calificada como la “sacerdotisa de Lucifer”, sobre la que en infokrisis ya hemos publicado algunas referencias). La doctrina de Randolph, considerada así mismo como “contra-iniciática” puede resumirse así: 1) el sexo es la principal fuerza de la naturaleza, 2) la fuerza sexual emana de la femeneidad de Dios, 3) cuando se produce una unión sexual, es posible operar una “unión mágica” para conectar con esta fuerza divina, 4) la unión carnal es, pues, una unión de almas que aspira a la unión con Dios. Ciertamente, los cosmistas eludían en general tocar el tema de la sexualidad

El Movimiento Cósmico y su doctrina, el cosmismo (nos referimos a esta forma aparecida en Occidente) tuvieron a Max Theon como su representante más conspicuo. Louis Maximiliam Bimstein era su verdadero nombre. Mirra Alfassa decía de él: “No sé si fue judío ruso o polaco, nunca dijo quién realmente era o dónde era nacido, nor su edad....”. Utilizó durante su vida dos nombres iniciáticos: “Aia Aziz” (el “bienamado”) durante susviajes por Egipto y en su larga estancia en Argel y “Max Théon”, literalmente “el Dios más grande”. Había nacido en 1847 en Polonia (algunos dan la recha de 1850 y a Varsovia como el lugar exacto de su nacimiento). Era de origen judío, su padre era el rabino León Judas y seguía las enseñanzas hasídicas. Parece que desde muy joven se interesó también por otras religiones y que a los 18 años ya conocía de manera perfecta el Rig-Veda. La leyenda de Max Théon dice que en su juventud viajó por Egipto en donde se relacionaría con el mago copto Paulos Metamon, que también aparece como mentor de la Blavatsky en aquel mismo país. Al igual que ésta, Théon, viaja también a la India. Considerará a Metamon como su “padre” y a la India como “madre”. De todas formas, los medios teosóficos han negado que la Blavatsky fuera discípula de Théon como explicó Pascal Themanlys según los datos que le había transmitido su padre, Louis, sin duda el discípulo más próximo de Théon. Entre 1870 u 1880, Théon se estableció en Londres. Además de presidir el grupo de la HHL, se anunciaba en la prensa como “curandero psíquico” con el nombre de “Theosi”.

En el curso de una de las habituales veladas sociales a las que era invitado por la alta sociedad, Théon conoció a una joven poetisa irlandesa de la que le llamó la atención “su luminosidad” y al tocarle las manos, según cuenta, pudo identificarse con ella. Era Miriam Lin Woodroofe, “Alma”, con quien se casaría en 1885. A partir de ese momento cambiará completamente de orientación y en 1900 abandonará la HHL, estableciéndose en Italia, luego en Francia y más tarde en Argelia (exactamente en Tlemcem) en donde redacta los Principios de Base de la Filosofía Cósmica. Resulta sorprendente constatar que la aparición de estas “doctrinas cósmicas” occidentales, son coetáneas en el tiempo a la irrupción del “cosmismo” ruso. La esposa de Théon, por su parte, recibía el nombre iniciático de “Alma”, nacida en Irlanda, en 1884 había fundado la Universal Phylosophical Society. Quienes la conocieron apenas pudieron recabar datos sobre su biografía, pero sí constataron que poseía cualidades psíquicas poco comunes, conseguía desdoblamientos astrales con facilidad e incluso se atribuía la posibilidad de elevarse hasta “densidades superiores en la fuente misma del conocimiento Ancestral”. Quienes conocieron a “Alma” explican que era propensa a los resfriados y que su salud estaba muy debilida, algo que atribuyen sin duda a la pérdida de energía vital generada por sus experimentos de desdoblamiento astral.

Mirra Alfassa escribió a la pareja como contradictoria: Théon era un hombre dotado de un gran sentido del humor y una curiosidad extrema, alegre o deprimido, brillante o enérgico. Por contraste, “Alma” estaba lleno de una dignidad serena, jamás perdía la calma ni la ecuanimidad. "Era una ocultista extraña dotada de facultades increíbles, increíble”, había escrito Mirra. Max Théon y su esposa estaban pasando el verano de 1908 en Courseulles, con sus discípulos, los Themanlys, y por iniciativa de “Alma” decidieron visitar las islas del Canal. Mientras esperaban el vapor que los trasladaría a la isla de Jersey, paseando por un sendero angosto llamado "Le Sentier de la Corniche", cayó en un trance y siguió caminando, despeñándose en el mar. Contrariamente a lo que se ha dicho, no falleció ahogada sino de una neumonía ocasionada por la frialdad de las aguas del Canal de la Mancha. Logró embarcarse y llegar a Jersey falleciendo en el Hotel Elfine y siendo enterrada en el cementerio de Croix Grouville en la misma isla. Es entonces, en plena depresión, cuando Théon abandona la activiad pública entregando las riendas de la sociedad a Louis y Claire Themanlys -quienes lo acográn en su casa de Normandía- explicando que no puede seguir al frente ya que ha perdido el “estado de dualidad”. Poco después, la Revue Cosmique (en la que Théon publicaba con el seudónimo de Aia Aziz) cesará de aparecer.

Ambos, Alma y Théon, escribieron a partir de 1900 en torno a 12.000 páginas en las que desarrollaban su doctrina ocultista, de las que solamente una mínima parte han sido publicadas. Ellos mismos y quienes los conocieron afirmaron que no escribían en estado de conciencia ordinaria sino durante meditaciones profundas a las que llamaban “los reposos de pasividad” que siempre realizaban juntos. Alma murió en 1908 y, tras un largo período de depresión del que nunca terminó de reponerse, Théon se retiró entonces de la vida pública, siendo sustituido por Louis y Clara Thémanlys y luego por Pascal, el hijo de ambos. Los Thémanlys eran, como Théon, judíos y su hijo se nacionalizó incluso israelita renunciando a su nacionalidad francesa. Hasta su muerte –en junio de 2000- siguió desarrollando las teorías ocultistas del Movimiento Cósmico. Tras participar en la resistencia durante la guerra emigró a Israel en 1953 (otras biografías la adelantan a 1949), dirigiendo el departamento de información de la Agencia Judía y las Amitiés Israël-France. Estas actividades políticas a favor del sionismo no le impidieron fundar en Jerusalén un círculo kabalista (Centro Argaman) en la tradición de Isaac Luria y de Max Théon. A pesar de que conoció en 1920 a Max Théon (al que encontró en una sola ocasión), recibió la iniciación cosmita de sus padres. Fue amigo de Rabindranath Tagore y de Paul Valéry. Sus padres intentaron mantener vivo el Movimiento Cósmico, pero entre los avatares de los años 20 y 30 y el marasmo de la II Guerra Mundial, se disolvió en la práctica convirtiéndose en una corriente de pensamiento subterránea.

En 1913 Théon había sufrido un aparatoso accidente automobilístico que le mantuvo postrado en cama durante un año. En 1914, comenzó la I Guerra Mundial y Théon, que opinaba exactamente lo mismo que Fedorov sobre la violencia pudo escribir que la guerra era "el pecado más grande, porque la vida era sagrada". Solamente volvería a París a mediados de 1920. Murió en Tlemcen, Argelia, el 4 de marzo de 1927.

Hoy se acepta que, a pesar de ser un ocultista muy poco conocido –y desde luego infinitamente menos que la Blavatsky o cualquiera de sus sucesoras- Théon fue extremadamente influyente en pequeños círculos que cincuenta años después de su muerte alumbrarían el movimiento conocido como New Age. Parte de esa influencia se realizó a través de Mirra Alfassa y de su marido Sri Aurobindo. Théon y Mirra se habían conocido en Paris en 1905 cuando ella se llamaba todavía Mirra Morisset y no había adoptado el nombre iniciático de “Madre”. La aparición de esta mujer da un giro sorprendente a la herencia ideológica de Théon.

Nacida en París sobre 21 de febrero de 1878, en una familia provista de una notable fortuna, Mirra emostró pronto su inteligenia cursando estudios de música, pintura y matemática. Era hija de padre turco y madre egipcia y se crió en un ambiente ateo. Se divorció de Henri Morisset en 1908, casándose luego con Paul Richar, un conocido abogado con quien viajará a Pondicherry en 1914. Permanecerá en la India hasta 1916 y se establecerá definitivamente allí en 1920. Fue discípula del pintor impresionista francés Gustave Moreau. En 1904 comenzó a interesarte por el ocultismo al conocer a Louis Themanlys (era amiga de su hermano) y, fue a través suyo como se vinculó a Max Théon. Las experiencias ocultistas realizadas en esa época le permitieron conocer a “algo” a lo que definió como “una figura asiática” a quien llamó "Krishna" en sus sueños. Dijo que Krishna la guiaba en su viaje interior y esperaba poder conocerlo en el mundo tangible algún día. Es evidente que, en esa época, todos los ocultistas aspiraban a ser “guiados” por lo que la Blavatsky había definido como “mahatmas” y algunas corrientes martinistas y rosacrucianas como “superiores desconocidos”. A partir de ese momento se involucró en las actividades del Movimiento Cósmico de Théon. Años después diría del momento en el que conoció a Théon: “Ví que era un ser de gran poder. Note ciertas semejanzas con Sri Aurobindo. Como éste, Théon era alto y delgado. Tenía una amplia frente, un bigote que se mezclaba con su barba y pelo ondulado, castaño rojizo que caía sobre sus hombros; tenía las manos finas y delicadas”. Sin embargo, Théon no era el Khrishna que aparecía en los éxtasis de Mirra: “Vi, o mejor dico sentí que Théon no era quien había visto en mi visión; no tenía esa vibración. Pero fue él quien me enseñó las primeras cosas y trabajé en Tlemcen dos años consecutivos con él".

A lo largo de sus dos largas visitas en 1905-6 y en 1906-7, Mirra (que ya estaba casada con el artista Henri Morriset) dominó las distintas técnicas ocultistas. Siete años después, viajaría a Pondicherry, India, donde conocería a Sri Aurobindo con quien siguió en relación constante hasta la muerte de éste en 1958.

A pocas millas de Pondicherry en el Estado de Madrás, al sur de la India, se fue alzando en los años sesenta y setenta, la comunidad actual se extiende por 20 kilómetros cuadrados sobre los que viven 811 "aurovillianos". En su mayor parte los colonos proceden de EE.UU., Francia, Alemania y, por supuesto, la India. La ciudad, cuyo nombre literalmente quiere decir "Ciudad del Amanecer", está divida en cuatro barrios y un punto central, el Matrimandir, una esfera en la que se construirá una gran sala de mármol; al norte de extiende la zona cultural, la industrial hacia el Este, la zona internacional al sur y la residencial en la parte Norte. Entre cada espacio están ubicados los servicios, almacenes de manufacturas allí producidas, alimentación y transportes. Su estructura es en espiral como algunas antiguas ciudades europeas.

El punto de partida de Auroville hay que buscarlo en 1965 cuando algunos discípulos de Sri Aurobindo, con Mirra Alfassa al frente, empiezan a labrar el proyecto que luego será asumido por la Junta General de la UNESCO y otros organismos de cooperación internacional. Iniciado el proyecto el 29 de febrero de 1968, cinco mil personas, procedentes de 120 países, asistieron a la inauguración de la "Ciudad del Amanecer".

Sri Aurobindo había nacido en 1872 y fue educado en Inglaterra; estudio en el King’s College de Cambridge pero redescubrió la cultura hindú en donde participó en los movimientos reivindicativos para la libertad de la India. Encarcelado, tuvo la experiencia de lo que Arthur Koestler llamaba "conciencia oceánica" y decidió penetrar en las ancestrales técnicas de los yoguis. Había leido el "Bhagavad Ghita", la obra que cambió su vida. En 1910 abordó esta vía en la que persisitió hasta el final de sus días constituyendo otro de los referentes espirituales de la contracultura y, en menor medida, de la Nueva Era. Aurobindo propone un "yoga integral", nacido de la fusión de los demás yogas, como medio para activar la parte trascendente en cada uno de nosotros. Unos años despues conoce a la persona con la que compartirá el resto de sus días, Mirra Alfassa, nacida en París en 1878, de madre egipcia y padre turco, existencialista en su juventud. "Madre", llegó a ser una gran amiga de Theon, quien la introdujo en el mundo del ocultismo y de lo paranormal, un mundo muy, pero que muy alejado de la verdadera espiritualidad hindú... pero no tan alejada de algunas tendencias "newagers" y "acuarianas". Theon murió en 1926, es imposible establecer hasta qué punto sus ideas influyeron sobre "Madre" y sobre el propio Aurobindo. En realidad las ideas universalistas de Théon, ausentes por completo de la tradición hindú, pueden encontrarse, por el contrario, en el proyecto original de Auroville.

Cuando Aurobindo se retiró en 1926 para dedicarse a la práctica del yoga, "Madre" fundó el Centro Universitario Internacional y de ella partirá la idea de construir la "Ciudad de la Luz". Cuando Aurobindo se retiró de la vida pública en 1926, Mirra Alfassa, que ya entonces había adoptado el nombre de “Madre” en encargó de la gestión del ashram. Funda la “Escuela Internacional de Educación”, encargada de difundir las orientaciones pedagógicas del sistema educativo que ella misma había creado con elementos de Théon y Aurobindo.

En sus últimos años "Madre" inició investigaciones que estaban más próximas del ocultismo europeo que de la tradición hindú. Investigó lo que llamaba el "yoga de las células" que entendía como un proceso alquímico de transformación de la materia y del espíritu. Sus ideas fueron compiladas por Satprem, su secretario, un francés bohemio que se hizo cargo de la Fundación Aurobindo y del Instituto de Investigaciones Evolutivas que fundó en 1977 tras la muerte de "Madre" el 17 de noviembre de 1973. Contaba 95 años.

Precisamente la muerte de "Madre" sumió a Auroville en una profunda crisis y abrió una larga retahila de pleitos y procesos que obligaron a intervenir al Parlamento Indio. Roger Anger, el arquitecto, dimitió, harto de luchas intestinas, incomprensión e intolerancia en aquel lugar que tenía que ser el paraiso de la Nueva Era. En 1988 el Parlamento Indio incluyó a Auroville en su "Plan Quinquenal" y redactó la Ley de Fundación. Shiv Shanker, ministro de Recursos Humanos pronunció una alocución ante la cámara baja hindú en la que aludió a "Sri Aurobindo y Madre resaltaron la necesdiad de expandir el internacionalismo, tal que Oriente y Occidente se relacionen en beneficio mutiuo. Para acelerar este proceso, se creyó necesario establecer un pequeño campo experimental, donde gentes de diversos puntos del mundo se pudieran reunir y comprometer en actividades investigativas, culturales, educativas, científicas y de todo tipo, orientadas hacia la unidad humana". A partir de este evento se redacto una legislación interna para asegurar la gobernabilidad del lugar. En Auroville no existen normas sociales; el matrimonio no existe, por ejemplo, tal como había declarado Mirra Alfassa en 1968. Se gobierna por consenso, no existen órdenes ni reglamentos, tan solo "recomendaciones" amanadas por la "Asamblea de Residentes"; los apoyos internacionales son buscados y canalizados por un "Consejo Directivo" del que depende el Consejo Consultivo Internacional y las relaciones con los grupos de apoyo que se van formando en todos los países.

El emblema de Auroville contrasta también con sus nobles y loables intenciones; la rueda con cinco radios debe mucho a Max Theon que lo eligió como símbolo de su organización: el viejo “duat” egipcio, símbolo de los cosmistas rusos y símbolo del mundo subterráneo, que, por otra parte, en el emblema de Auroville está invertido. Théon no fue nunca bolchevique… pero tal como indica la página de Wikipedia, edición francesa, Max Théon, simpatizaba con “todo movimiento de emancipación humana, nacional y social y su corazón latía por todos los oprimidos”. Su postura, pues, en este terreno era exactamente la misma que la de los cosmistas rusos. Vale la pena ahora examinar las similitudes doctrinales entre ambas corrientes.

La doctrina de Max Théon, a la que podemos llamar en rigor “cosmismo de Occidente”, se resume en cinco volúmenes de La Tradición Cosmica, publicada en 1903 por la editorial Paul Chacornac. Dicha obra es hoy fácilmente accesible y se encuentra digitalizada por la Biblioteca Nacional Francesa en formato PDF. El leit-motiv de esta obra es la palabra “tradición”. Théon explica en la introducción que ha recibido estos conceptos de los depositarios de la “tradición” y se los ofrece a los “psico-intelectuales”. Y añade: “Expone la historia de los tiempos primitivos de la humanidad hasta la formación de los primeros imperios. Los problemas más importantes reciben una solución nueva: Origen del mal; papel de la Humanidad; destino de los hombres tras la muerte”. Los dos primeros volúmenes de la obra se titulan “El Drama Cósmico” en lo que Théon intenta explicar “cómo mejorar la suerte de la Humanidad” la cual depende “de la obra Cósmica del Equilibrio que incumbe al hombre”. Hay que decir que “la fuente” de Théon son entidades que no define (apenas dice de ellas que son los “depositarios de la tradición”) de las que recibe información “canalizada” (com la Blavatsky con sus “mahatmas”, Aleister Crowley con su entidad “Aifass”, Alice Ann Bailey por parte de Dwal Kjul, o como posteriormente se han escrito el Libro de Urantia y documentos similares: mediante escritura automática, clarividencia o clariaudiencia).

La obra, en general, no es muy diferente de cualquier otro texto ocultista de la época salvo por su aspiración a comprender el proceso de formación del Cosmos y sus distintas etapas. Théon crea un lenguaje y unos conceptos propios que no tienen nada que ver con los de la física, ni siquiera con la mayoría de enfoques del ocultismo aparecido hasta ese momento. Así pues, la lectura de Théon es ardua y difícil, imposible de realizarla sin “fe”. Hace falta estar convencido de que los conceptos expuestos por Théon son producto de “inteligencias superiores” y han sido vertidos en estado de trance, para admitirlos e incluso para tomárselos en serio. Es cierto que, de tanto en tanto, aparecen intuiciones geniales inverosímiles en el estado de conocimientos de la ciencia a principios del siglo XX.

Explica, por ejemplo, el proceso de expansión del cosmos… Al igual que Fedorov, Théon sostiene que la “evolución” es el destino de la humanidad. El cosmos no es más que un producto de esta evolución. Las “épocas cósmicas” se suceden en “ciclos sabáticos”, al séptimo “día” de cada uno de ellos, el Universo se reabsorbe para manifestarse de nuevo. Sin embargo, la cosa es más comprensible si se tiene en cuenta que los Vedas ya había aludido al “aliento de Brhama” que en su aspiración y espiración crea y destruye los mundos o la Kabalah judía alude a la teoría del Tzin-Tzum en el que Dios replegándose sobre sí mismo crea el cosmos. Ambas doctrinas, la Kabalah y los Vedas eran suficientemente conocidas por Théon por lo que es inevitable percibir aquí una influencia directa de la tradición. El concepto de “tradición” que se forja Théon es particular y no tiene nada que ver con lo que años después definió René Guénon con tal nombre. Para Théon la “tradición” es una “verdad revelada” que tiene mucho que ver con la historia mítica. Para Guénon es lo “transmitido” que ha llegado hasta nosotros mediante las religiones, los mitos y las leyendas. El hecho de que las obras de Guénon y las de Théon fuera publicadas por la mismo editor –Paul Chacornac- no implica ningún vínculo doctrinal. Es evidente, por lo demás, que Théon era altamente tributario del peso del ocultismo de su tiempo, especialmente de las doctrinas enunciadas por su eterna rival, la Blavatsky. Al igual que ella, Théon alude a “ciclos septenarios”.

Nada en el pensamiento de Théon se distancia de la escatología judía. De hecho, en buena medida, su “cosmismo” no es más que una actualización del pensamiento de Isaac Luria. Éste, judío askhenazi, del siglo XVI, casado con una sefardí, emigró a Egipto y luego a Jerusalén. Llevó una vida ascética que le llevó a tener frecuentes visiones a través del estudió del Zohar. Se le atribuyen numerosos milagros y es considerado por el judaísmo como un “santo”. Su doctrina está muy influida por el trauma que supuso para el judaísmo la expulsión de España. A partir de esa tragedia judía, Luria lo qu intenta es aportale un significado: Sobre las masacres, argüía que la muerte física no es más que una etapa y que la vida de cada uno sobre la tierra tiene un objetivo. Explicó que las faltas de los hombres manchan al Mesías y retardan su venida. A él se debe su doctrina sobre el Tsin-Tzum (la retirada de Dios sobre sí mismo dejando “libre” una parte del mundo en donde mediante un rayo realizará la “creación” alimentando diez receptáculos (sefirots) causas de la vida y de la creación. Aceptando todo esto, Théon se limita, en la práctica, a reactualizarlo introduciendo algunos conceptos propios y un lenguaje comprensible para los ocultistas occidentales.

Lo realmente sorprendente es el papel atribuido por Théon al ser humano al que considera como la muestra suprema de la evolución sobe el plano material cuya tarea es transformar la “manifestación” (el Cosmos), “divinizándolo, superando la inevitabilidad de la muerte y sustituyéndola por la perfección y la Gloria de una transformación progresiva”, conceptos que parecen extraídos del patrimonio ideológico de Fedorov y que, probablemente así sea, si tenemos en cuenta que las obras de éste precedieron en el tiempo a las de Théon.

Al mismo tiempo, Théon considera como Fedorov que la violencia debe ser desterrada de la humanidad y que en el Cosmos lo que domina es un principio de armonía (incluso armonía en la creación y destrucción de los mundos). De ahí, ese humanitarismo pacifista que está presente en ambos y ese rechazo al liberalismo que lo aproxima a los movimientos sociales más avanzados de su tiempo y a asumir posturas que hoy tildaríamos de “progresistas”.

En la actualidad existen dos grupos de estudios del pensamiento de Théon, uno radicado en Jerusalén, dirigido –al menos hasta el año 2000 por Pascal Themanlys que consideran a Théon como un “chassid” tradicional al que llaman por su nombre hebreo “Eliezer Mordechai Theon Ben Rivka” y otro grupo en París que especialmente tiende al estudio de los escritos de “Alma” y a la obra La Tradición Cósmica. Ambos grupos no tienen ningún contacto entre sí. Así pues, desde el punto de vista de su impacto formal sobre nuestro tiempo hay que reconocer que la obra de Max Théon, su “doctrina cósmica” apenas ha tenido repercusiones. Sin embargo, no equivocaríamos si nos limitáramos al terreno de los grupos organizados. De hecho, lo que hemos denominado “cosmismo occidental” terminó siendo –ya en vida de Théon- una especie de “red” que extendía su influencia a otros terrenos y tenía vínculos con otras redes similares (especialmente con la de Alice Ann Bailey y su Buena Voluntad Mundial (ver nuestra obra El Pensamiento Excéntrico, en infokrisis).

Théon sostenía la posibilidad de acceder al “pensamiento cósmico” mediante la reconstrucción de la “unidad originaria” y, para ello, le era imprescindible la colaboración de una mujer (veinte años después, Aleister Crowley insistiría también en este punto –quizás influido por Théon- y buscaría en muchas parteners a su “mujer escarlata” y en los años 20, una heredera de la obra de Pascal Beverly Randolph, María de Naglowska, publicó la obra “Magia Sexualis”; Théon y Ranpolh habían sido miembros, como sabemos, de la HHL). Esta mujer fue “Alma” y la obra de Théon se prolongó en toda su brillantez, mientras contó con las capacidad mediúmnicas de “Alma”. Al fallecer ésta se sumió en una profunda depresión. Lo sorprendente es que la pareja Théon-Alma tiene su equivalente en la pareja formada luego por una de sus más próximas discípulas, Mirra Alfassa, y Sri Aurobindo. Hay que decir que Mirra Alfassa jamás renunció al legado de Théon y, a pesar de que el linaje de los discípulos del “cosmismo occidental” discurriera a través de los Themanlys, era ella realmente, la que más trabajo para reconducir el pensamiento de Théon hacia lograr una mayor influencia en la sociedad.

Aurobindo fue en su juventud un activista por la independencia de la India y estuvo en 1908 encarcelado en la prisión de Alipore. Esta estancia en prisión cambió su vida e hizo que se sumergiera en la práctica del yoga. A partir de ese momento, cambió su objetivo personal; ya no era la liberación de la India, sino tres objetivos lo que le constituían su razón de ser en el mundo: el bien de la Humanidad considerada como un todo, el futuro que debía conducir hacia “la nueva era del espíritu” y la aparición de una “nueva raza humana” que encarnara los valores del espíritu y la próxima etapa de evolución de la humanidad… A pesar de todo, no rompió completamente con su trabajo político hasta que para evitar una segunda detención, siguiendo “una orden de lo Alto”, huyo a Pondicherry en donde abandonaría toda actividad política estableciendo un Ashram que sobrevivió a su muerte y a la de Mirra Alfassa. No volvería a trabajar jamás para la independencia de la India, e incluso durante la II Guerra Mundial tomó partido públicamente por los aliados en contra del Eje y de sus partidarios hindúes, todos ellos independentistas. Murió el 1950. Su teoría incide en dos ejes: la posibilidad de alcanzar la trascendencia a través de la práctica de los yogas y la posibilidad de modificar la evolución de la humanidad a través de la incorporación del orden cósmico a la humanidad. Es interesante notar que Aurobindo, cuando alude a la “divinidad” no lo hace en términos teológicos ni siquiera mitológicos, sino más bien emplea un concepto psicológico para referirse a ella: supermente. En el momento en que todos los seres humanos “conectemos” con esta “supermente”, cambiará nuestro estado. Hoy estamos entrando un una “nueva fase evolutiva” en la que nos aproximamos a ese punto.

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Estas notas sobre lo que hemos dado en llamar “cosmismo occidental” pueden parecer decepcionantes para algunos. A diferencia del “cosmismo ruso”, el occidental no parece haber tenido el arraigo de éste en su sociedad ni haber estado presente en los movimientos sociales de su tiempo. Nuestra hipótesis de trabajo es que “occidente” y “Rusia” han estado separados desde principios del siglo XIX por conveniencias e intervenciones de la política anglosajona. Esto ha hecho que se produjeran evoluciones distintas durante casi 200 años que hicieron que el “cosmiso occidental” actuara de manera diferente al ruso. Lo primero que vale la pena preguntarnos es si estamos hablando exactamente de lo mismo: la respuesta puede podrá parecer también decepcionante a muchos. El “cosmismo occidental” y el ruso son diferentes en sus derivaciones, pero muy parecidos en cuanto a sus análisis de base: la evolución de la humanidad, alcanzar una suprahumanidad que haya vencido a la muerte, la idea de la Unidad radical del cosmos en la que todo influye en todo, en la que todo está presente en todo y en la que cualquier parte puede influir sobre cualquier otra, el rechazo a la violencia y a la guerra como expresiones primarias de una naturaleza humana separada del cosmos y, finalmente, la “espiritualización” como ineluctable destino de la humanidad… son ideas de base que aparecen en los dos sistemas y que están presentes, casi al pie de la letra en cada uno de ellos. Así pues, ambas formas de “cosmismo” con hasta cierto punto diferentes, pero esencialmente iguales en tanto que sus bases son idénticas.

El cosmismo ruso influyó en política, filosofía y ciencia. El occidental, se redujo a los altos muros del ocultismo. Al menos, aparentemente. Mirra Alfassa se dio pronto cuenta, durante su estancia en la India, que el “producto” podía venderse en occidente de otra manera mucho más respetable. Además del prestigio que Aurobindo había adquirido especialmente en Estados Unidos con Saraswati, Ramakhrisna, o Krisnamurti, estaban vendiendo orientalismo en Occidente. En este terreno tenía razón René Guénon cuando aludía a que se trataba de un “hinduismo desnaturalizado” y en este terreno puede establecerse la ley inevitable de que contra más está próxima una doctrina oriental a sus orígenes, menos logra arraigar en Occidente, mientras que, a la inversa, cuanto más adulterada esté, más adeptos conseguirá en Occidente. El hecho de que Khrisnamurti fuera seguido en los años 60 y 70 por miles de occidentales, a pesar de que su mensaje era excepcionalmente vacuo, simplemente porque para todos sus seguidores suponía un eco de la ancestral sabiduría oriental (con la que Khrisnamurti no tenía absolutamente nada que ver), contrasta con la escasez de seguidores que tuvo Ramana Maharsi cuya doctrina respeta escrupulosamente los distintos vedas. Mirra Alfassa creo pues, un sistema propio en el que los puntos “conflictivos” que remitían al ocultismo, fueron deliberadamente puesto en barbecha o simplemente ocultados en beneficio de un orientalismo reconducido hacia formas de humanismo universalista.

Constatar este punto es interesante. La hipótesis de trabajo que esperamos poder desarrollar es la de un “encuentro” del cosmismo ruso y del cosmismo occidental en la ideología de la UNESCO y el hecho de que ambas facciones del cosmismo hayan desembocado, a la postre, en un mismo ideal humanista y universalista. El “cosmismo ruso” no se extinguió con la caída del muro de Berlín ni con el tránsito de tres generaciones de soviéticos, sino que aportó el ideal de la “mir” (paz) encarnado en la estación espacial, como muestra fehaciente de que la humanidad estaba transitando de un ciclo a otro y, por tanto, en condiciones de abandonar la biósfera. Así mismo, el “cosmismo occidental” no expiró cuando Max Théon falleció, sino que recibió un nuevo impulso cuando UNESCO hizo suyo el proyecto de Auroville en 1968 y en más de cincuenta años en el curso de los cuales este organismo ha difundido textos y documentos inspirados en el humanismo universalista en el que tanto y tan bien se hubiera reconocido Fedorov o Théon.

El “humanismo universalista” es en nuestra opinión, la síntesis de ambas formas de cosmismo.

© Ernesto Milà – infokrisis – infokrisis@yahoo.es – http://infokrisis.blogia.com – Prohibida la reproducción de este texto sin indicar origen.


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Cristo, Logos Solar y Sol Espiritual



Cristo, Logos Solar y Sol Espiritual


La devoción expresada y reiterada por el Agni Yoga hacia el bolchevismo y el materialismo, de acuerdo con sus inspiradores los Mahatmas orientales, es paralela a su incapacidad por reconocer al Ser Cristo y su significación para la evolución humana como su factor central cósmico. Tal incomprensión sobre Cristo, nos viene a decir Prokofieff recogiendo lo que ya expresó en su día Steiner, proviene del hecho de que la experiencia espiritual y el conocimiento oculto de los iniciados orientales solamente se extiende hasta las esferas de la luna y de los planetas, pero no a la esfera del sol. El Sol, el foco espiritual de nuestro mundo cósmico, es percibido por ellos simplemente en su aspecto inferior, es decir, como una parte integrante del sistema solar, como si fuera un planeta más, y no como una estrella y mediador, como la puerta hacia los mundos espirituales superiores que se encuentran más allá del sol. Tal y como el mahatma K.H. decía en sus cartas a Sinnet:”Ningún adepto ha penetrado más allá del velo que cubre la materia cósmica. La más alta, la más perfecta visión, está limitada al universo de la Forma y la Materia”. Su carácter abiertamente materialista les cierra el acceso a los ocultos Misterios del Sol, y su conocimiento oculto tiene su límite en el nivel de los Bodisattvas, mientras que Cristo, como gran Ser cósmico divino, es el polo opuesto a los Bodisattvas, seres humanos altamente evolucionados.
Cristo, como Ser divino superior, desciende de los mundos que están más allá de los límites de nuestro universo solar, y tiene que ver tanto con el aspecto estelar superior del sol, como con el aspecto planetario de éste para poder desde allí descender a la tierra para el cumplimiento del evento central de la evolución humana, el Misterio del Gólgota. Cristo representaría al Sol Central, o el principio de las estrellas, y los Bodisattvas representarían el principio de la luna al reflejar para la humanidad la luz que reciben del Sol espiritual, el Cristo.
Los Bodisattvas, como un círculo de doce estrellas con el Sol en su centro, sirven a Cristo y su misión es preparar y posteriormente estableces lo que Cristo ha traído como el más grande impulso central de nuestro desarrollo cultural. Pero este aspecto de la actividad de los verdaderos Bodisattvas permanece completamente cerrado para los mahatmas orientales, y desconocen la función real del Logos del Sol, el ser central de nuestro cosmos, quien con su descenso abrió la posibilidad, a través de la unión del iniciado cristiano con el impulso crístico de tener acceso a los Misterios del Sol, y a los mundos del reino del Padre, que hasta la venida de Cristo eran inaccesibles para los iniciados en la tierra.
Prokofieff, nos refiere la ciega visión que de tales aspectos tenían los Mahatmas y el Agni Yoga:
“…..En muchas conferencias Rudolf Steiner explica bastante ampliamente la participación adicional de otros grandes iniciados y maestros de la humanidad en la Preparación de este evento central en la evolución terrestre, la encarnación en la tierra del Logos Solar y su paso a través de la muerte en el Gólgota y su Resurrección, evento que significó el comienzo de una nueva época en el mundo, que puso las bases para una relación completamente nueva entre la Tierra y la humanidad con todo el cosmos espiritual.
Desde entonces, la principal misión de los verdaderos Rosacruces ha sido desarrollar todo el significado cósmico terrestre de este Evento central para toda la gente de buena voluntad. Los Rosacruces trabajan en el mundo por inspiración directa del Cristo, a cuyo servicio están, en los mundos suprasensibles, no solo todos los verdaderos Bodisatvas sino también todos los Espíritus Planetarios (excepto los de naturaleza luciférica). Porque, según palabras de Rudolf Steiner, "el propósito más profundo del Rosacrucianismo es revelar... las intenciones del Cristo viviente... en forma tal que esté llena de sabiduría, belleza y fuerza activa". Así, solamente "aquellos que han entendido que el progreso futuro de la humanidad depende de la comprensión del gran Evento del Gólgota, son los que se han unido con el foco espiritual de la verdadera Fraternidad Blanca, como los Maestros de la sabiduría y de la armonía de los sentimientos, en la gran logia que dirige a la humanidad".
Estos maestros de la Cristiandad esotérica (a cuya cabeza está Christian Rosencreutz) que en el más profundo sentido han comprendido todo el significado cósmico del impulso Crístico y el Misterio del Gólgota, fueron los que inspiraron la moderna ciencia del espíritu o Antroposofía, fundada por Rudolf Steiner en los comienzos del siglo XX, y cuya misión principal es hacer que el verdadero conocimiento de Cristo sea accesible a toda la humanidad.
De ello se deduce que buscaríamos en vano un verdadero conocimiento de los misterios Cristianos, tanto por medio de los mahatmas orientales como a través de Blavatsky, que estaba bajo su influencia. En relación con esto, Rudolf Steiner dice lo siguiente: "El misterio del Sinaí y del Gólgota no lo vamos a encontrar en Madame Blavatsky, porque ella sentía verdadera antipatía hacia ello. Consecuentemente, fue conducida -con gran fuerza y claridad- hasta aquellos poderes que podían ofrecer lo que permanece fuera de la Cristiandad". "De ello surgió La Doctrina Secreta, que contiene grandes verdades en todo lo que no es cristiano, pero con respecto a lo que es cristiano, no contiene más que absolutos disparates". Esta misma tendencia la podemos ver también en Helena Roerich. Es por eso que enfatiza en todas las formas posibles la devoción interior que siente por su predecesora rusa, en todas sus cartas y libros: "Les aseguro que H. P. Blavatsky era una vehemente mensajera de la Fraternidad Blanca", escribe en una de sus cartas; "en un sentido muy especial, era una portadora del conocimiento que se le había confiado. De todos los teósofos, solamente H. P. Blavatsky tuvo la enorme fortuna de recibir las enseñanzas directamente de los Grandes Maestros en uno de Sus Ashrams en el Tíbet....Solamente a través de H. P. Blavatsky fue posible aproximarse a la Fraternidad Blanca, porque ella era el enlace con la Cadena jerárquica.... Para el bien de la causa, los Mahatmas correspondieron con algunos de sus colegas (por ejemplo con Sinnett) pero ninguno (excepto Blavatsky) fue admitido en su discipulado.... H. P. Blavatsky fue el enlace jerárquico y habría sido un fallo garrafal ignorarlo". Y en otra carta, Helena Roerich describe cómo Blavatsky, después de tres años en el ashram con los mahatmas, "fue enviada" por ellos "al mundo, para difundir la gran obra de La Doctrina Secreta, y ofertar un cambio en la consciencia de una humanidad que había llegado a un impasse," es decir, para dar al mundo algo que contenía una orientación completamente oriental y nueva en todo el movimiento teosófico en el que, hay que decirlo, aparece claramente su aspecto anticristiano.
Con relación a Blavatsky, Helena Roerich también hace referencia con mucha frecuencia a su propia asociación con uno de los maestros de Blavatsky, el Mahatma Morya. En este sentido, explica en una carta del 23 de Octubre de 1.936: "Se que al Mahatma M (Morya) no le satisficieron todas las biografías que se han escrito acerca de B (Blavatsky)”. También recuerda en otra carta del 22 de Junio de 1.936: "En 1.925 (es decir, justo antes del viaje de los Roerich a la Rusia bolchevique por orden de los mahatmas) se le indicó a N. K. (Nicholas Konstantinovich Roerich) que pintara el cuadro "El Mensajero" y lo diera a la fundación del Museo B. (Blavatsky). A través de esta donación y de la fundación del museo, el GR (Gran) Maestro M (Morya) quiso perpetuar el nombre de aquella cuya memoria habían tratado recientemente de suprimir algunos de sus sucesores". Este cuadro fue pintado aparentemente en Sikkim, donde los Roerich residían en aquél momento.
En su consecuencia parece evidente a través de todo lo aquí explicitado que toda la obra inspirada por los Mahatmas orientales, tanto a Sinnet, como a Blavatsky, como a Helena Roerich y a su Agni Yoga, está impregnada de un doble tinte tanto luciférico, en el sentido del esoterismo oriental de acabar con la vivencia humana en la materia para pasar a la transcendencia nirvánica del paraíso luciférico, así como una evidente componente ahrimánica, en el sentido de promover fundamentalmente la ciencia materialista occidental y el materialismo espiritual, en un intento de encontrar la fusión entre las antiguas tradiciones de los Vedas y las fórmulas científicas de Einstein, cuya unión, en un sentido oculto, no sería otra cosa que la manifestación específica de la actividad combinada de Lucifer y Ahriman en el proceso de creación de la Octava Esfera.
Emmanuel Sattva


Libros en español e inglés de Sergei O. Prokofieff:

El encuentro con el Mal y su superación a través de la Ciencia Espiritual
El significado oculto del perdón
¿Qué es Antroposofía?



The Case of Valentin Tomberg Anthroposophy or Jesuitism? The Cycle of the Seasons and the Seven Liberal Arts The Cycle of the Year as a Path of Initiation Leading to an Experience of the Christ Being The East in the Light of the West Two Eastern Streams of the 20th Century in the Light of Christian Esotericism The Esoteric Significance of Spiritual Work in Anthroposophical Groups And the Future of the Anthroposophical Society Eternal Individuality Towards a Karmic Biography of Novalis The Foundation Stone Meditation A Key to the Christian Mysteries The Heavenly Sophia and the Being Anthroposophia The Heavenly Sophia and the Being Anthroposophia Hymns to the Night Spiritual Songs May Human Beings Hear It! (Hardcover) The Mystery of the Christmas Conference The Monkey and the Crocodile The Mystery of John the Baptist and John the Evangelist at the Turning Point of Time An Esoteric Study Prophecy of the Russian Epic How the Holy Mountains Released the Mighty Russian Heroes from their Rocky Caves Rudolf Steiner and the Founding of the New MysteriesRudolf Steiner's Research into Karma And the Mission of the Anthroposophical Society The Spiritual Origins of Eastern Europe And the Future Mysteries of the Holy Grail The Twelve Holy Nights and the Spiritual HierarchiesValentin Tomberg and Anthroposophy A Problematic Relationship


extraído de .......

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El bolchevismo leninista y los Mahatmas


El bolchevismo leninista y los Mahatmas


Es un hecho incontrovertible, tal y como nos cuenta Prokofieff, quien como ruso de nacionalidad ha debido de sufrir las inevitables educación e influencia soviéticas la mayor parte de su vida, que los mahatmas Morya y Koot Hoomi (o sus espectros de la octava esfera, según la lectura que se haga) apoyaron y promovieron el marxismo, como interpretación científico-materialista de la vida económica y social del “nuevo” mundo humano en general, y, en particular, como proyecto político para Rusia con ocasión del experimento comunista que Lenin y su partido bolchevique instauraban en la Revolución Rusa de 1917. Ahí están las entrevistas de los mahatmas con Marx en Londres y la embajada de los Roerich, como representantes diplomáticos de la Fraternidad transhimláyica de maestros a Lenin y las cartas probadas de apoyo y reconocimiento de los mahatmas al que denominaban ellos mismos también como “mahatma” Vladimir Lenin. De la misma manera parece que la influencia de los Mahatmas ha tenido algo que ver en la caída del muro de Berlín y de todos los regímenes comunistas de Europa Oriental, a través del nombramiento de Gorbachov, algo más que simpatizante del Agni Yoga de los Roerich, como secretario general del partido comunista soviético y posterior presidente del Politburó, el auténtico activo promotor de la Perestroika y la consiguiente desestructuración y desaparición de los comunismos imperantes europeos y de todo el mundo.
¿Un simple y desgraciado error de interpretación histórica de la Fraternidad de Maestros, o una consecuencia de la influencia del pensamiento ahrimánico materialista espiritual con repercusiones intrínsecamente destructivas, enfermizas y letales (netamente asúricas) en la vida de millones de personas durante cincuenta años de la historia de la humanidad en su historia más reciente?. Genocidios, represión, ateísmo, persecución religiosa y política, terror generalizado, apagamiento de las consciencias durante generaciones, campos de concentración, millones de muertos y acosados, el alma de los pueblos aplastada….¿Es capaz el discípulo sincero, libre y noble de obviar estas preguntas y estos hechos, como una simple y sencilla equivocación de aquellos que se arrogan regir sabiamente los destinos de la Humanidad? ¿Se permitirá el aspirante teosófico o arcano la libertad responsable de leer abiertamente, con las luces despiertas de su libre y consciente raciocinio, estas lineas para examinar y plantearse su comprensión y explicación, su génesis y sus razones?.
Prokofieff lo hace en su reiterado libro, como una sencilla pero transcendental llamada a las conciencias:
“…….Como está claro en el contenido de este libro, una de las cualidades principales que compartían los Roerich era la actitud profundamente positiva hacia el bolchevismo en Rusia y sobre todo hacia su líder y jefe ideológico, Lenin. Desde un determinado momento y hasta el final de sus vidas, vive en ellos esa actitud positiva que permaneció sin cambios y que, ni siquiera el paso de decenas de años pudo cambiarla en lo más mínimo.
Sin embargo, ni Helena ni Nicholas Roerich acogieron inmediatamente esa aceptación tan completa e incondicional al bolchevismo leninista. Para empezar, después de la Revolución de Octubre de 1917, guiados por los sentimientos naturales dados por su educación como personas amantes de la cultura, tuvieron una actitud negativa hacia la subida al poder de los bolcheviques, considerándoles bárbaros y destructores de toda cultura. Solo después de su entrevista en Londres en 1920 con esa individualidad a la que más tarde venerarían como su maestro espiritual, la opinión de los Roerich cambió radicalmente acerca de los bolcheviques y de todo lo que sucedía en Rusia.
Como se ha señalado en el pie de pag. 14, no es la misión del presente estudio el investigar la cuestión de quién era en realidad esa individualidad a la que los Roerich, después de su encuentro con ella, siempre llamaron "Mahatma M" (Morya). Tanto si era el ocultista del camino oriental quien usaba ese nombre y de quien tantas cosas se decían en los círculos teosóficos en la época de Blavatsky, como si era una individualidad totalmente diferente que simplemente había adoptado ese nombre que no era el suyo propio, esta cuestión queda fuera de los límites del contenido de este libro. Es mucho más importante el hecho de que los Roerich estaban absolutamente convencidos de que la individualidad con la que habían contactado era el Mahatma Morya, y cada cosa que hicieron y escribieron a partir de aquél encuentro, fue hecha y escrita siguiendo sus instrucciones y contando con su aprobación.
En el periódico semanal Znamya mira ("Bandera de Paz") fundado recientemente en Moscú por los seguidores del Agni Yoga, apareció un artículo en uno de los números de Abril de 1993 -según la editorial era solo el primero de una larga serie- que se dedicaba al estudio de la misión de Lenin, desde el punto de vista del Agni Yoga. El artículo incluía una fotografía del líder, y el título era una cita del libro Comunidad de Helena Roerich; "Tomen la apariencia de Lenin como un signo de la sensitividad del cosmos," una ambigua indicación de las dimensiones "cósmicas" de su misión.
En aquel artículo aparecían las siguientes palabras: "La Misión de Vladimir Ilich Lenin (Ulyanov) es tan compleja que ni siquiera los Roerich fueron capaces de entenderla desde el Plano Superior. Es sabido que incluso N. K. Roerich pensó en 1919 que los bolcheviques eran los "destructores de la cultura." También es conocido que después del 24 de Marzo de 1920, los Roerich se convirtieron en "rojos" fervientes (es decir, simpatizantes de los bolcheviques). En ese día tuvo lugar su entrevista con el Mahatma M. Evidentemente, su iniciación en el Plan de los Dirigentes (los mahatmas) había comenzado".
El autor del artículo continúa planteando una pregunta a un antiguo discípulo de N. K. Roerich: "¿Cómo puede la Nueva Era reconciliarse con los medios coercitivos empleados para inaugurar el nuevo orden en 1917?” La respuesta del discípulo fue breve y clara: "El no aceptar la Misión de Lenin es no aceptar el Plan de los Dirigentes (los mahatmas)". Sin embargo, la gente de hoy puede relacionar estas palabras pronunciadas a finales de 1989, con la total entrega de los Roerich como el leivmotif de toda su vida, después de su primer encuentro con el mahatma.
En este sentido, mientras Helena Roerich estaba fuera del país en 1924, publicó el primer volumen de Agni Yoga bajo el título Lísty sada Morya ("Hojas del Jardín de Morya") parte I, Zov ("La Llamada"). En la segunda página del libro se da una fecha: "Londres, 24 de Marzo de 1920," que corresponde al día del encuentro con el mahatma; y en la primera página, aparecen las palabras con que empieza el libro: "A la nueva Rusia - Mi primera proclamación". La palabra "Mi" está impresa con mayúscula y se refiere al mahatma -según Helena Roerich- quien le dictó no solo el primer volumen, sino los trece volúmenes siguientes de Agni Yoga por medios mediúmnicos.
En Comunidad, que fue dictado por el mahatma oriental y fue publicado siguiendo sus instrucciones en la capital de Mongolia, es donde se contienen todas las declaraciones altamente positivas hacia Lenin, el bolchevismo y su visión materialista del mundo, de las que ya se han citado algunas en esta obra (ver pag 39 f). La autenticidad de estas afirmaciones se confirma y se ratifica por el hecho de que los mahatmas trajeron la tierra de los Himalayas para que fuera depositada en la tumba de Lenin por los Roerich.
Durante su estancia en Mongolia, Helena Roerich publicó otro libro en ruso de forma anónima, titulado Osnovy Buddízma ("Los Fundamentos del Budismo"). En él se pueden encontrar series completas de pensamientos que coinciden casi literalmente con muchas partes de Comunidad. Por ejemplo, escribe sobre Gautama Buda que fue un "luchador por la comunidad y la materia" o también "en las enseñanzas de Buda, encontramos... filosofía materialista," "la creatividad viviente de la gran materia." También podemos leer que Buda "llegó a un presentimiento del Maitreya, el símbolo de la era del conocimiento acerca de la grandeza de la materia...." Finalmente en el mismo libro, Helena Roerich hace referencia a una larga cita de cierto profesor de Petrogrado (no se da su nombre) quien dio expresión en su conferencia a un "universo sin Dios" y lo describió con las características básicas de la concepción budista del mundo y la mas reciente, la bolchevique. Este es un punto de vista con el que Helena Roerich está absolutamente de acuerdo, en la parte que ella cita, censurando que su discípulo niegue únicamente la libertad en la voluntad y no niegue a Dios.
Si leemos en primer lugar Comunidad y Los Fundamentos del Budismo y después nos vamos a la "Carta de los Mahatmas" al Gobierno Bolchevique (ver pag. 37f) podemos quedar sorprendidos por la similitud, del estilo e incluso por el contenido que en algunos trozos tienen expresiones individuales que corresponden al texto de Comunidad. Por lo tanto no cabe duda de que ambos documentos, el libro y la carta, fueron escritos por la misma personalidad y aproximadamente al mismo tiempo. Este fue realmente el caso. Como se ha dicho, tanto la carta como el libro Comunidad fueron dictados a Helena Roerich por el mismo mahatma, a finales de 1925 y comienzos de 1926, durante la expedición desde India hasta Rusia.
Así, en Comunidad se hace referencia a la "especial criminalidad de la iglesia, que es la depositaria de oscuras tradiciones," a la necesidad de "fortalecer (en las escuelas) las líneas del conocimiento materialista auténtico." Hace referencia también a los "seudo-comunistas" a los que "hay que evitar como si se tratase de una infección o de la sífilis," y a "la diseminación de la vanidad, la ignorancia y el miedo," a la superación del oscuro legado del pasado; a la batalla contra, la hipocresía y la falsedad, (por supuesto, con aquellos que manchan la imagen radiante del Comunismo Leninista) y se hace mención una y otra vez al significado de la materia y del materialismo como las principales fuerzas de la época que tiene que venir, por la cual se formó su elevada religión, y así sucesivamente. Tanto por su contenido como por su estilo, (en gran medida una reminiscencia de los titulares de los periódicos bolcheviques y sobre todo de los escritos del mismo Lenin) Comunidad no es otra cosa que un comentario ampliado de "La Carta de los Mahatmas" al Gobierno bolchevique, y en esencia, forman los dos un todo.
En su conocimiento sobre Lenin como fenómeno cósmico, Nicholas Roerich coincide con Helena. En 1926, él escribió: “Él, (Lenin) incorporó y ajustó prudentemente cada material en el orden mundial. Esto le abrió los caminos en todas partes del mundo. Y la gente ha hecho una leyenda no solo como recopilación de sus obras, sino como señal de sus aspiraciones. Detras de nosotros quedan veinticuatro países (se refiere aquí a todos los países por los que viajaron los Roerich, especialmente aquellos de Asia) y hemos visto con nuestros propios ojos cómo las naciones han comprendido el poder magnético del comunismo. Amigos, la negatividad es el peor consejero. Detrás de cada negación se esconde la ignorancia. Y en la ignorancia está la hidra de la contrarrevolución".
Seguramente Nicholas Roerich escribió estas palabras durante su estancia en la Rusia bolchevique. Poco antes, mientras estaba en Urumchi -dentro del territorio de China- esperando el permiso de salida, escribió en su diario algunas palabras de E. Chin-Ben, quien con ocasión de la muerte de Lenin, le comparó con "Shakya-Muni (Buda) y con Cristo." Roerich estuvo totalmente de acuerdo con esta comparación y por ello llamó a su autor el "lleno de luz, valiente y honorable hombre de China."
El franco reconocimiento de la bondad de esta comparación, representa la culminación de las relaciones entre los Roerich y Lenin. A pesar del carácter blasfemo y de su evidente disparate, esta comparación está en linea con el contenido de Comunidad, en el que se habla de Lenin como el fenómeno cósmico ("una señal de la sensitividad del cosmos") así como la "Carta de los Mahatmas" al Gobierno bolchevique y finalmente con la tierra de los Himalayas que trajeron para la tumba del "Mahatma Lenin".
Es verdad que Helena Roerich hizo algunas revisiones importantes en Comunidad para su nueva publicación en Riga (1936) y quitó las partes más pro-comunistas, lo que sin embargo es bastante fácil de comprender. Era virtualmente imposible llevarlo a Europa y América sin reservas, a mediados de 1930, incluyendo las alabanzas hacia Lenin y los bolcheviques, sin arruinar su reputación. Se les habría tachado de "agentes de los Rojos."
Por otro lado los seguidores de los Roerich en Rusia, después del llamado deshielo de Krushchov, intentaron en repetidas ocasiones publicar documentos acerca de la relación de los Roerich con Lenin, con el objeto de demostrar la total lealtad de los fundadores del Agni Yoga al régimen dirigente. Con ello esperaban ganar para sí mismos la posibilidad de una existencia más legal, y así fue.
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Esta copia única fue reproducida en Moscú por los seguidores de los Roerich al año siguiente (1990). V. Sidorof -presidente para la Comisión de la Herencia Literaria de N. K. Roerich- escribió un prólogo para esta edición, cuyo título era una frase sacada de Comunidad: "¡No pierdas el barco!" El prólogo de Sidorov comienza con estas palabras: "En Junio de 1926 tuvo lugar en el Kremlin una ceremonia para la presentación al Comisario Popular para Asuntos Extranjeros, Chicherin, de una carta de los mahatmas, líderes espirituales y maestros del Este. El artista ruso Nicholas Konstantinovich Roerich, que en aquél tiempo había ganado renombre mundial, presentó la carta. En el documento se daba apoyo incondicional al nuevo orden que se había engendrado en el fuego de la revolución: "hemos reconocido lo oportuno de vuestro movimiento y os enviamos toda nuestra ayuda para la declaración de la Unidad de Asia."
Estas palabras, que fueron escritas por un conocido discípulo de Roerich, en la era post-bolchevique, son probablemente el mejor reflejo del estado de ánimo actual de los discípulos y seguidores de N. y H. Roerich en Rusia, quienes -a pesar de todas las terribles lecciones de la historia- quisieron permanecer fieles hasta el final al legado de los fundadores del Agni Yoga. Y sus seguidores en todos los lugares del Oeste, guardan como norma un embarazoso silencio sobre la abierta simpatía de los Roerich por el bolchevismo, no solo manifestando una inconsistencia interior, sino sobre todo y fundamentalmente, engañando al público occidental. Los discípulos de Roerich en Rusia se atuvieron a este legado, e incluso ahora continúan viéndolo como la substancia de lo que los mahatmas indicaron a través de los Roerich.
Si volvemos al contexto del que Sidorov sacó el título para su artículo introductorio, éste habla por sí mismo, y no se necesitan más comentarios. Sidorov concluye su prologo con estas palabras: "Como discípulos de Lenin, mirad con ojos de águila, y con salto de león exigid el poder que os pertenece. ¡No perdáis el barco!".
Para terminar este apéndice, que ha conducido al lector hasta las fuentes ocultas del bolchevismo y de la relación entre éste y su fundador con los ocultistas de Oriente, es necesario también hablar de su relación con Occidente, es decir, con el ocultismo Cristiano-Rosacruz representado en el siglo XX por Rudolf Steiner.
Así, solo un año después de que los bolcheviques subieran al poder en Rusia, Rudolf Steiner indicó "que en ellos, (Lenín y Trotsky) tenían a los más grandes, a los más intensos enemigos de la evolución espiritual que la humanidad pudo nunca ver," en quienes "vive... odio por lo suprasensible, aunque esto pueda expresarse... en otras palabras".
Más tarde, según fue profundizando en la tragedia rusa, Rudolf Steiner pronunció una frase aún más severa en 1919. Llamó a Lenin "el verdugo" y el "enterrador de toda la vida espiritual," en quien se manifestaba la aspiración a "la destrucción salvaje de todo aquello que fuese de naturaleza espiritual." Y en el mismo año, dijo también: "Sé que lo que está detrás de los fundamentos de la visión del mundo de Lenin, no es la creación de una nueva cultura, sino el asesinato de una cultura." Un año después explica en qué consiste ese poder destructivo del bolchevismo, de la manera siguiente: "El bolchevismo es tan destructivo para la humanidad porque es un credo puramente del cerebro, del cerebro material, es decir, de solo materia”. Este pensamiento tiene mucho en común con esas palabras de Comunidad: "En nuestros actos y en nuestros pensamientos, no nos podemos separar de la materia," y después se habla de la necesidad, de "un entrenamiento de la materialidad del pensar".
En la ceremonia de transportar la tierra de los Himalayas para la tumba de Lenin junto con la "Carta de los Mahatmas", los participantes por parte del Gobierno Soviético -junto con el Ministro de Asuntos Extranjeros, Chicherin- incluyeron al Ministro de Cultura, Lunacharsky, con quien los Roerich tuvieron largas horas de conversación. Si tomamos en consideración las ideas de los mahatmas sobre educación, (citado en pag.41f) las siguientes palabras de Rudolf Steiner adquieren especial significado: ".... La reforma sobre educación de Lunacharsky es algo bastante terrible. ¡Es la muerte de toda cultura!. Y aunque ha brotado mucho mal del resto del bolchevismo, lo peor van a ser los métodos de educación bolcheviques".
Rudolf Steiner describe lo que le espera a nuestra Tierra con el evento de la expansión universal del leninismo: "Entonces la humanidad, empezando por Rusia, será mecanizada en espíritu, vegetalizada en el alma y animalizada en el cuerpo," y cuyo resultado será que "la sociedad humana será necesariamente transformada en una muchedumbre de animales en toda la Tierra, y no tendrán más que una leve capacidad para pensar". Porque "en el leninismo, la inteligencia del animal humano, la inteligencia de la animalidad humana, sale a la superficie de la evolución”.
Finalmente, Rudolf Steiner toca el tema de la naturaleza oculta del bolchevismo. Dice así: "Lenin, Trotsky y otros como ellos, son las herramientas de las fuerzas ahrimánicas. Ésta es una iniciación ahrimánica, que simplemente pertenece a una esfera cósmica diferente de la nuestra. Pero es una iniciación que lleva en sus profundidades el poder de borrar la civilización humana de la Tierra, de aniquilar todo lo que se ha formado por medio de la civilización humana". (Cf. palabras de Rudolf Steiner acerca de las razones para la tan positiva relación entre los iniciados orientales y el bolchevismo, citadas en pag. 50).
¿Qué significan las palabras del moderno iniciado cristiano acerca de la "Iniciación Bolchevique" como perteneciente a "otra esfera cósmica" diferente de la humana? ¿A qué esfera subhumana pertenecen?. La respuesta a esta pregunta ya ha sido dada en las páginas de este libro. La iniciación bolchevique tiene su origen y está inspirada en la octava esfera, y su deseo es conducir al conjunto de toda la evolución humana hasta ella.
Ya en 1919 Rudolf Steiner dijo que "si las cosas fueran a ir más lejos en el camino que ahora han comenzado en Rusia, significaría que la Tierra podría perder su misión, será privada de ella, arrancada del universo y ahrimanizada". De la misma manera, Rudolf Steiner define al "Leninismo... la forma ahrimánica del anti-Cristianismo".
Teniendo en cuenta lo que se ha dicho, no es difícil comprender que el Bolchevismo es primero y principalmente un fenómeno social oculto, profundamente ajeno a todos los verdaderos objetivos y tareas de Rusia, ajeno a todo lo que supone su futura misión en la evolución de la humanidad. Rudolf Steiner también se refirió a ello en 1918, cuando dijo que "semejantes contrastes nunca habían chocado tanto uno con otro como el alma del Este europeo y la antihumanidad del Trotskysmo y el Lcninismo". Y dos años después expresó este pensamiento como sigue: "Hay mucha gente que piensa que lo que tiene que surgir en el Este, tiene algo que ver con el Leninismo y el Trotskysmo. No tiene nada que ver con lo que tiene que surgir en el Este de Europa, sino solamente con lo que tendrá que perecer allí y que más tarde estará destinado a destruirse a causa del Leninismo y el Trotskysmo. Son fuerzas puramente destructivas, y lo que tiene que surgir en el Este de Europa ha de ser desarrollado allí, a pesar de esas fuerzas destructivas".
"Hay mucha gente...". Entre "toda esa gente" se encontraba la totalidad de la familia Roerich, que fue engañada por el mahatma tibetano, quien hasta el final de sus vidas conservó una inquebrantable fe en la profunda afinidad entre el Bolchevismo y la verdadera misión de Rusia. Durante toda su vida quisieron "no perder el barco", pero eso fue exactamente lo que hicieron…..”




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